Una concursante desenmascara a "Gran Hermano".
Mercedes Milá le aseguró que ella estaría en la casa pero la joven fue expulsada de inmediato al revelar que había sido drogadicta.
Romina está convencida de haber superado la prueba médica. Asegura que únicamente tomó algo de droga blanda antes de entrar en la casa: “Me fumé un porro antes del sorteo para calmarme”...
La concursante más polémica de la última edición de Gran Hermano, a penas permaneció unas horas en la casa. Tras ser elegido su número en un controvertido sorteo en directo, Romina le preguntó a Mercedes Milá en qué consistirían exactamente las pruebas por las que tendría que pasar.
La presentadora la tranquilizó, como se puede ver en el vídeo, y le aseguró que ella sería una concursante más. Únicamente el reconocimiento médico sería necesario. Sin embargo, Romina no llegó a entrar en la casa por su sinceridad. La chica confesó que se estaba tratando con metadona porque había estado enganchada a la heroína. Así lo cuenta esta semana en la revista Interviú.
La alarma se encendió entre los responsables del programa y la directora tuvo que hablar con Romina para explicarle que no había un sitio para ella:
“En cuanto dije lo de la metadona, fuiiip, la cámara se fue para arriba. Me dijeron que iban a valorar si pasaba el casting; yo pensé: ¿qué casting?”. Poco después, recibió otra visita: “Vinieron un médico y la directora (Pepa Álvaro). Me dijo que se consideraba la madre de todos nosotros y que los médicos decían que yo no podía seguir en la casa…”
Telecinco le está haciendo vacío
La concursante quiere ir al debate que presenta Jordi González y a otros programas de la cadena para explicar lo que ha pasado, pero no le dejan. Ha pedido hablar con Mercedes Milá, quien tan bien la trató en la gala en que se dio a conocer.
Lo cierto es que Romina está convencida de haber superado la prueba médica. Asegura que únicamente fumó algo de droga antes de entrar en la casa: “Me fumé un porro antes del sorteo para calmarme”.
Desde el programa no lo tienen tan claro y han ido dando distintas explicaciones. La productora dijo que la razón de su marcha fue que el número elegido no era el de Romina, sino el de otra concursante, que finalmente entró a la casa. Jordy González aseguró en el debate que Romina no había pasado las pruebas médicas.
La revista Interviú publicó esta semana que las pruebas dieron negativo en consumo de heroína y cocaína y positivo en cannabis. Romina, que afirma en la entrevista que está totalmente rehabilitada y "limpia" desde hace 5 años, explica que consumió heroína durante cinco años y quiso aclarar que nunca se pinchó y que siempre la consumió fumándola. Tiene claro que ha sido discriminada y según ha declarado se está planteando denunciar lo que califica de “fraude e injusticia”.
Poco podrá hacer al respecto ya que el contrato que firman los concursantes de Gran Hermano tiene una cláusula que dice expresamente: “Zeppelin no adquiere compromiso alguno respecto a su incorporación como concursante, por lo que si esta empresa decidiera no seleccionarla, por no haber superado las pruebas pertinentes, renuncia a reclamar cualquier tipo de indemnización a la que pudiera tener derecho”.
El mensaje con que reclamó Telecinco al último concursante sólo especificaba: Ser mayor de edad, llevar DNI e ir sin equipaje. Se les olvidó decir a los responsables que no admitirían ex drogadictos.
Nuevamente, hipocresía en Gran Hermano. Los responsables del concurso insistirán una edición más en enseñar a la gente a dejar de fumar, pero han vetado a una exdrogadicta que podría haber predicado con el ejemplo.
“Han perdido una ocasión para conocer mi historia y la de tanta gente que quiere dejar la droga, tanto que hablan de dejar el tabaco y otras historias”...
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