Iñaki López se llevó este sábado a su programa a representantes de las formaciones políticas minoritarias de cara a las elecciones europeas. El debate, lejos de resultar aburrido por poco interesante, fue todo un éxito.
Casi sin tiempo, los líderes de los grupos se vieron obligados a resumir sus propuestas, la mayoría centradas en medidas concretas contra la corrupción y la reforma fiscal. Pero además pudimos ver la distinta preparación que tienen sometidos a un pequeño test de cultura europea.
El único fallo que se le puede achacar a este intento por acercar otras políticas a la mayoría es no haber invitado al debate a los grandes, equiparándolos así a todos por igual. Como se espera que en las próximas semanas visiten el programa los líderes de las grandes formaciones, esperemos que la idea no quede en saco roto y desde la Sexta y otros canales incluyan minutos de información electoral con la mayor pluralidad de formaciones alternativas.
Necesario sobre todo ahora más que nunca donde el bipartidismo y la casta es el primer mal a erradicar si queremos respirar con libertad los próximos cuatro años. Y la tele está obligada a contribuir a ello.
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