lunes, 10 de febrero de 2014

Reír fue fácil con los ojos cerrados



Por Bosco Palacios:

Una gala de la marca “Gala”. O quizá de Adecco, empresa de trabajo temporal que vestía a dos jóvenes actores que fueron a entregar un premio. ¿Una crítica al trabajo precario del cine español?

La cosa quedó en simbolitos y en palabras hueras entre discursos. En general mucho menos reivindicativa de lo que se esperaba por parte de la gente del arte. Y con mucho menos arte que en anteriores ocasiones.

Cuando un programa de humor, como pretendía ser esta gala, te hace más gracia por Twitter que por televisión es que algo no va bien. Y esta fue una de esas noches en la que reír fue fácil con los ojos cerrados, sin mirarle a la pantalla todo el rato.

Lo más combativo fue el discurso del Presidente de la Academia, y quizás también de lo más gracioso. ¿Pero quién guionizó los gags de la noche, más propios de Pocoyó y sus amigos que de unos profesionales del audiovisual en tiempos de recortes? ¿eran gags o eran ¡Puags!? Este año el cine español por no gastar, no quiso gastar ni en bromas. Y al espectador se le quedó, como no pasaba desde 2008, la sonrisa recortada (19.8% y 3.567.000).

Afortunadamente hubo un par de buenas ideas como reunir a antiguos presentadores de la ceremonia recordando su paso y riéndose también de ellos mismos, hasta Antonia San Juan que siempre ha renegado de echar la vista atrás a su funesta noche, se hizo autocrítica. También estuvieron recordándose entre ellos, Buenafuente, Corbacho y Eva, la mejor cómica actual de nuestro país que nunca tendría que haber dejado de presentarlos (¡Vuelve, Eva, vuelve!).

Aunque cualquiera de estos tres ases del humor habría estado menos acartonado que Manel Fuentes, que sonó más a saltimbanqui amanerado de comedia del arte que a cómico crítico.

Por su parte, Alex O'dogherty (el Miguel Ángel Revilla de los programas de humor) convenció a todo el mundo con sus dotes musicales y su tono cabaretero con “rima a la tacañona”, consiguiendo hacer de los premios menos deseados, los más divertidos de la noche. Finalmente y gracias a su arte del cante estuvimos encantados y los apartados de premios al cortometraje, se hicieron más bien cortos.

Y Atención porque a mitad de la noche y cuando estábamos de capa caída… ¡Chantatachán! Lo mejor y más reído por todos: Los Chanantes.

Con su humor surrealista y crítico parodiaron, entre otros, al sempiterno Jordi Hurtado en Saber y Ganar, y como broche de oro reivindicaron en pelotas: “Subid el IVA”. 

En tiempos convulsos, el humor se escribe con A de Absurdo, único género que Aglutina a todo el mundo. ¿Para cuándo una gala orquestada en su totalidad por los chanantes  como se les encargó en su día al grupo Animalario? Con Joaquín Reyes y compañía, Amanece que no es poco… para el actual cine español.

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