Por Bosco Palacios:
La vuelta de Gandia Shore a la televisión no es una buena noticia. A no ser que nos guste ver un programa que se basa en hacer exhibición desafiante de la ausencia de valores y la vulgaridad extrema. Porque eso es lo que trasmite Gandia Shore:
Chicos y chicas descerebrados obsesionados por la fiesta y el desmadre. Ellas con grandes metas como ponerse más y más tetas; ellos, con la olla donde la…, con su única meta: “meta, meta, meta”.
La vuelta de Gandia Shore a la televisión no es una buena noticia. A no ser que nos guste ver un programa que se basa en hacer exhibición desafiante de la ausencia de valores y la vulgaridad extrema. Porque eso es lo que trasmite Gandia Shore:
Chicos y chicas descerebrados obsesionados por la fiesta y el desmadre. Ellas con grandes metas como ponerse más y más tetas; ellos, con la olla donde la…, con su única meta: “meta, meta, meta”.
Valores en suma que no debería de trasmitir un programa de
televisión y mucho menos servir de reflejo de unos jóvenes en una sociedad como
la actual con tan elevadísimo paro juvenil.
¿Por qué no se atreven desde ningún canal a mostrar la
realidad de la inmensa juventud en la que chicos y chicas de este país se reconocerían,
sin vergüenza, y mucho mejor?
En vez de una segunda parte de “Gandia Shore” habría que hacer ya un “Gamonal Shore”. Sería un programa de Ninis, sí, pero no porque no quieran trabajar ni estudiar, sino porque no pueden.
En vez de una segunda parte de “Gandia Shore” habría que hacer ya un “Gamonal Shore”. Sería un programa de Ninis, sí, pero no porque no quieran trabajar ni estudiar, sino porque no pueden.
Un reality que se ajuste mucho más a la realidad actual de
miles de jóvenes en este país. Un programa que siga las andanzas de distintos
chicos y chicas de barrio que, pese a
estar parados en casa, también salen a la calle, por ejemplo, a paralizar
obras. Obras son amores, otro ejemplo a seguir.
Un programa donde los jóvenes se diviertan tomando cañas, sí,
pero que también discutan y debatan sobre sus problemas, los generacionales y
los circunstanciales. Un espacio ágil y divertido que aborde los temas que interesan realmente a los chicos y
chicas de hoy, mucho más preocupados por su futuro que ocupados en ponerse el
cuerpo duro.
Gamonal Shore sería un reality mucho más real y fiel con los
jóvenes que aún quedan en este país. Y, a poco, mucho más interesante,
entretenido y digno de seguir por todos los públicos. Un espacio juvenil que no
esté plagado de tacos, ni arrumacos, y que pueda servir de ejemplo.
Además de las cañas y la fiesta, tendría que contener muchos
otros asuntos que también a los jóvenes les interesan: familia, becas,
vivienda, trabajo, educación. Un gran programa que hoy por hoy se vendería
llamativamente por si solo: “Gamonal Shore”, mucho más que un reality, un
programa contenedor.
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