El periodista fue sustituido por un correctísimo Javier Ruiz durante lo más caluroso de agosto. Ruiz, experto en explicar e ilustrar los sucesos como nadie, simpático e inmejorable. Aunque el carácter jocoso que le impone Cintora es como ¡la vuelta al cole!
Cintora es el Javier Sardá de la dignidad y el periodismo bien hecho. Pero, el Javier Sardá. Su programa no es de espectáculo, pero su regreso fue de manera espectacular. Con más debate ciudadano encarnizado, pantallas partidas a tres, e invitados y políticos de lo más acalorados.
Este martes fue la diputada pepera Arenales Serrano la que se tiró el cubo a última hora, tras aburrir interrumpiendo continuamente, cual "invitada pirada", a conductor y colaboradores durante todo el programa. Arenales es la Aída Nizar de la política, de una verborrea tramposa insufrible que saca a sus rivales de quicio en cada intervención.
Larga vida al espectacular Las Mañanas de Cuatro y, eso sí, no se lleven a más contertulias que, como Arenales, van de "locas de la recuperación" cuando sólo son "chifladas por la crisis con delirios de grandeza". Electrocansinas.
1 comentario:
Me gusta y no me gusta. Me explico. Conduce extraordinariamente el programa y sabe dar el tono adecuado, pero... se le notan demasiado sus filias y fobias hacia muchas personas que pueden aparecer en su programa, ya sea como tertulianos o como entrevistados.
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