Le faltó hacerles un giro a grito de ¡Viva El Rey, vámonosss!, pero no decepcionó a aquellos que creen que el triunfo está en llegar a lo más alto. Como hizo él y otros tantos triunfadores que por allí pasaron para arrodillarse ante el poder.
Esta demostración de jerarquías, de claudicaciones, de estructuras verticales, de piezas del ajedrez, vamos de chupadas de...., la pudimos ver comentada y laureada por todos los canales estatales. Si en la calle no podías salirte de la norma y te detenían por enseñar banderas de la República, ¿podrías atreverte a llevar el discurso disonante en televisión? No. Aunque algunos se quedaron con ganas y otros lo consiguieron...
En la pequeña pantalla casi todos se mostraron monárquicos y estúpidos hasta las tiriquitrancas. Desde la Griso hasta Ana Rosa pasando por la Pública (la más seguida) se comentaron modelitos de las estrellas, gestos de los protagonistas, pensamientos de las niñas rubias...Todo paja real para el espectador más onanista de sangre azul.
Llegó Cintora a su hora a acompañar a Ana Rosa y se les hizo un huequito a sus colaboradores en la mesa de ¡AR!, estos fueron menos condescendientes. Entre ellos, Antón Losada, el único valiente que se atrevió a llevar un discurso distinto el Día Tan Señalado. Hasta el mismísimo Nacho Escolar, de diario poco sospechoso de ser Monárquico, entró en directo para comentarle a Ana Rosa el ritmo del besamanos en el que él estaba voluntariamente inmerso
Locura por estar ahí, por lucirse, por venderse, aunque sea comulgando con ruedas de molino. Pero no todos los profesionales claudican, aunque al que se atreve a hacerlo no suele ir nada bien. Ya ven:
Mientras Vestringe está detenido por gritar Viva la República, Bisbal acudirá este finde a Qué tiempo tan feliz para (amén de promocionar su nuevo disco) comentar cómo fue su Viva el Rey. Corona mía,cuando seas mía... ¡Qué Régimen tan feliz!
No hay comentarios:
Publicar un comentario