La torpeza no por la serie, si no por su envoltorio. Menuda semanita:
Telecinco está promocionando la “superproducción” de Disney con toda su artillería pesada. Pero claro, esta artillería se queda en cubiertos de plástico si tienen que dar a conocer una serie de misterio y fantasmas al más puro estilo americano.
Y la “hyperpromoción” – porque recuerda levemente a la de cualquier superficie comercial- fue Ana Rosa Quintana el martes tras la serie con un debate sobre muertos y leyendas, y será el viernes con Belén Esteban, como experta en cuestiones de lo paranormal, bajo un “riguroso” y “laborioso” reportaje sobre el más allá.
Que combinación tan estudiada y tan perfilada para una insignificante producción de Disney. Semana monográfica del misterio con grandes profesionales sobre la materia, para darle a la serie un tono más acorde con el petardeo de la cadena. Ni los espíritus se creerían como se puede retorcer tanto el tratamiento a estos peliagudos temas hasta que no encendieran el televisor y pulsaran la tecla del 5. Corazonear sin ningún tipo de pudor el tenebroso inframundo. Violar esta materia tan delicada para muchos, sin el más mínimo miramiento y con el máximo desprecio velado a estas creencias.
Así se promociona sí señor. Ya lo único que falta es una ouija en Sálvame en horario protegido, para enganchar a los más pequeños.
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