Este lunes me emocioné viendo la televisión y solté, sin pretenderlo, alguna lágrima espontánea. Pensaba, "qué idiota, ¿cómo puedes estar sintiendo con tanta intensidad, incontrolable, por esto?". Cómo me gusta cuando algo o alguien me hace sentir vida. ¡Gracias!
El que tampoco pudo dominar sus emociones, aunque dando rienda a su odio, fue el candidato "del público web": "el democrático" John Cobra. Sus formas, lejos de rezumar sensibilidad, se impregnaron de gestos soeces, desafíos amenazantes, insultos barriobajeros, despotismo carcelario, homofobia y machismo.
El tipo trató a su mujer, la Caroline esa con mirada de grillo que salió con él, como si fuera un trapo viejo. La cogía y soltaba como a un saco de patatas, no la presentó y, de no haberle dedicado la canción, podría haberse cagado encima de ella sin desentonar un pelo.
Este tipejo fue aceptado por los organizadores del festival, tras haber hecho alarde de "votaciones democráticas". Al final, como ya iba siendo hora, les explotó la mierda encima. La pobre Anne Igartiburu trató de lidiar con el concursante, mientras este propinaba insultos al público como en un combate de escupitajos.
TVE recibió lo que merecía. Pero, ¿hacía falta llegar tan lejos?, ¿es que no se dieron cuenta antes de que no pueden llevar a un ex convicto no rehabilitado e impresentable a un directo y hacerlo pasar por un artista (o una persona normal) durante diez minutos? La cosa podría haber sido peor... imaginen a un esquizofrénico asesino apoyado por el grupo "foroaviones" o algo similar.
Se presentó el Cobra el último año de votaciones "democráticas" e hizo espabilar a una RTVE que tardará tiempo en olvidar la vergüenza y el ridículo por el ya han pedido perdón.
Al final ganó el pequeñito, un tema melancólico, bobalicón y muy sosete, pero salvado por un artista muy potente: Daniel Diges. ¡Enhorabuena!
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