Homenajeado y distinguido, Chicho Ibáñez Serrador reapareció este lunes en Cuarto Milenio (Cuatro). El Rey Midas de la televisión está recibiendo su reconocimiento particular en la primera Seminci TV celebrada en Valladolid esta semana.
'La culpa', última película de Chicho para la televisión no es su mejor film. Sí tiene, sin embargo, en su poder dos películas de los más trasgresoras para la época y aún vivas: La Residencia y ¿Quién puede matar a un niño?.
Recordó Chicho junto a Iker el poder de la imaginación como clave esencial para crear y disfrutar del terror: "De pequeño leía mucho. El libro que marcó mi existencia fue 'El Gato negro' de Poe".
Las historias para no dormir que Chicho ofreció a principios de los setenta dejaron un poso en toda una generación. Serrador introducía a los autores que lo marcaron y exhibía la película. Aquellos encuentros íntimos con el espectador generaron un momento único en la televisión e irrepetible puesto que el poder que ejercía lo que salía por el televisor no se puede repetir ahora.
Precisamente, fue El televisor, película dirigida para la televisión dentro de las "para no dormir", protagonizada por su padre Narciso Ibáñez Menta, una de las mejores parábolas de lo que puede hacer el dichoso aparato en un hogar: Un señor de la época convertido en un monstruo por culpa de la llegada del televisor.
El mismo aparato que dejó olvidado a Chicho durante estos cuatro años de enfermedad vuelve a abrirle las puertas. Aquella puerta del misterio que él dejó entreabierta durante tanto tiempo y por la que otros han pasado después. El propio cine y la televisión lo homenajean esta semana. La reconciliación con la voz de la mítica Ruperta se ha hecho esperar, pero la profesión le estaba llamando a gritos. ¡Quédate cerca, Chicho! Todavía hay alguien ahí que espera tu regreso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario