Los tuvo que eliminar del programa porque una asociación de Acondroplasia se quejó de la imagen que el programa daba de las personas de estatura baja.
El resultado, demoledor para todos. Los actores se fueron al paro y la audiencia se quedó sin poder disfrutar de los entrañables Tati y Quieti.
Ahora ha sido la misma Fundación Alpe la que ha denunciado a la serie Aída por algunos chistes que sobre los enanos han hecho los guionistas:
La Fundación Alpe Acondroplasia ha anunciado que presentará una demanda contra Tele 5 y la productora Globomedia por las burlas realizadas sobre el enanismo en un capítulo de la serie 'Aída'.
La organización se queja en concreto por el episodio que se emitió el pasado 21 de enero bajo el título de 'El enano oscuro del corazón', en el que considera que se ofreció un "trato vejatorio" a un actor con acondroplasia, la forma más común de enanismo óseo.
"Atenta contra los derechos fundamentales de la persona" al presentar como un bufón a un colectivo que engloba a unas 3.000 personas en toda España, según el portavoz de la Fundación Alpe, José Ayala.
No es novedad reconocer que los chistes de Aída son bastante bestias. Pero la gracia y el humor cruel es el éxito de la serie.
¿Cómo no se han quejado las asociaciones de homosexuales durante tantos años de chistes de fiesta a lo Jose Luís Moreno? O los estereotipos creados con tanto respeto por artistas como Arévalo, Bigote, Fedra, Ozores, Carvajal o Garó de mariquitas, tartajas, putas o chinos.
El humor puede resultar más o menos hiriente pero se queda en lo que es: ficción, irreal, imaginario y pacífico.
Las asociaciones de todo tipo (aún recuerdo la absurda queja de una de seguros que denunciaba a la serie de Telecinco Tirando a dar sin haber visto un capítulo) tienen que justificar su existencia y por eso demandan, reclaman y se quejan.
¿Para cuando una asociación de guionistas que se queje de que en España hay pocos atracos, accidentes y suicidios de los que echar mano para realizar su digno trabajo?
Quéjense de las compañías de teléfonos móviles que les roban diariamente y por contrato, pero no armen escándalo por personajes que han vivido durante unas horas en un plató de televisión y que no les afectan para nada. No les tocan personalmente.
No hay delito. Aunque las bromas parezcan las demandas y no lo que sale por la tele.
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