Más que noticias falsas, el programa de Telecinco 'El buscador' se basa en especulaciones. Y de las que ponen los pelos de punta. Saben la repercusión pública y su éxito en audiencia. No hay escrúpulos, hay maldad.
Demostrado quedó este domingo cuando dieron por cierto el video (MONTAJE) de la silla de Zapatero. Aún peor, tan sólo minutos antes, fue el reportaje estrella del programa: El presunto falso secuestro de Natascha Kampusch. ¡Qué ganas tienen de que así sea!: Un montaje. Como ellos....
Telecinco, cadena basura para muchos, de entretenimiento para otros, tiene un programa que le falla (y no es ni Aquí hay tomate, ni A tu lado, ni Dolche Vita). El espacio se emite los fines de semana por la tarde y se llama El buscador.
Resulto impactante y vomitivo comprobar cómo uno de sus reporteros, el esperpéntico Javier López, que decía practicar periodismo de investigación, se acercaba a la pobre Natascha y cómo ésta salía despavorida. Desde el estudio anunciaban: ¿de qué tiene miedo Natacha?, quizá... ¿su secuestro se trate de un montaje?
Menudo equipo de redacción. Este tipo de programas y su trabajo, pagado a mísero sueldo a becarios (por cierto) que conozco a algunos, destruyen el trabajo de cientos de profesionales de cara a la opinión pública.
Seamos claros. La gente aún cree que todo lo que sale por televisión es real. Y no lo es. La mayoría de sus realidades son ficticias. Perniciosas.
Los de la productora del programita de marras han de estar contentos por la audiencia obtenida. El contenido del falso montaje a Natascha Kampusch se anunció a bombo y platillo durante la semana en la cadena. Pero no contaron nada. Sólo especularon y maniobraron el montaje del cámara tendido en el suelo. Mentira.
Además luego dieron por cierto el vídeo del robo a la silla de Zapatero. Lamentable. Alguien debería contar con la opinión de la audiencia del espacio, además de la cantidad del share (23.5% obtuvo el domingo).
Los 2.350.000 decepcionados espectadores reflejarían en las utópicas encuestas que quedaron heridos, dañados y engañados. Si no es así... estamos perdidos.
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