jueves, 29 de septiembre de 2005

Destapados pedófilos en televisión

El 12 de septiembre La Tele de Cristal ofreció la noticia que imputaba al director de una cadena local por difundir estos mensajes que solicitaban sexo con menores. A pesar de la denuncia pública y su repercusión en los medios, en la madrugada del martes 27 de septiembre a las 00:38 descubrimos en otra cadena local de Madrid el mensaje de un usuario que solicitaba sexo con chicas de 14 a 16 años. Nos pusimos en contacto con él y descubrimos otros engaños.

El “Canal 39” de la comunidad de Madrid ofrecía la madrugada del martes imágenes de tres personas en un plató (dos chicas y un chico), ambos de nacionalidad sudamericana, teniendo sexo entre ellos. Los protagonistas, desnudos ante la cámara, se tocaban mutuamente y parecían contestar en directo a llamadas de telespectadores.

El sonido, sin embargo, no acompañaba a la imagen y se escuchaba música pop o salsa de fondo. En la imagen inferior de la pantalla se sucedían una gran cantidad de mensajes de usuarios describiéndose y detallando las características que han de tener las personas a las que estaban buscando. A las 00:38 de la madrugada se pudo leer un mensaje con el siguiente contenido:

‘Busco chica de 14 a 16 años. Para ser mi niñita que t va a gustar. No mayores, ni tíos…' (El número de teléfono completo)’

Hicimos una llamada perdida a este número y a los 20 segundos recibimos contestación:

- "hola! Soy javi. Edad? "

Explícitamente, y sabiendo que el primer filtro que había que pasar para seguir la conversación era ser menor de edad, le contestamos:

- "15 tú? "

Nos contestó:

- "17 t importa? "

Sospechando sobre la edad del solicitante, por la inmediatez y la precisión de su solicitud, le tendimos una trampa:

- "Me gustan más mayores "

Nos contestó:

- "T gustan de 23? "

Respondimos

- "Sí."

Recalcó:

- "Es mi edad. "

Le preguntamos:

- "¿Por qué has mentido?"

El pedófilo se delata:

- "No quería parecerte mayor. Q buscas? "

(No contestamos)

Él insiste:

- "D donde eres? "

Respondemos:

- "Madrid. Tú? "

Esquiva la pregunta:

- "Cerca. Como eres? Quieres que te llame? "

En ese momento dejamos de contestar los mensajes, sorprendidos por la vileza de su solicitud. Minutos después, recibimos varias llamadas perdidas del mismo número de teléfono. Nos llega un último mensaje al móvil a la 1:05 de la madrugada con el siguiente texto:

-"M enseñas tus braguitas x SMS? "

Casualmente, el canal donde encontramos el delictivo mensaje se llama ‘Canal 39’, un nuevo nombre del antiguo Telesierra (condenado por el teletimo). Nos hemos puesto en contacto con el canal y no hemos podido localizar a su directivo, aunque desde recepción nos indicaron que efectivamente Telesierra es ahora el canal 39 y que la nueva dirección la asume la mujer del antiguo propietario: Doña Charo del Campo.

Telesierra constituye una especie de red nacional basada en la suma de televisiones locales. Una tela de araña tejida de modo que pocos televisores españoles escapen a su sintonía. «Ahora mismo», en palabras de José Antonio Alonso, presidente de Anatel (Asociación Nacional de Televisiones Locales), «su red abarca uno o dos canales por ciudad, podrían tener 100 en toda España».

El canal 39 de Madrid (antigua Telesierra) y la mayoría de las televisiones locales de España continúan emitiendo todas las noches mensajes solicitando sexo, posibilitando el contacto directo entre usuarios, y en algunos (como en este caso) consintiendo y facilitando la pedofilia.



Telepedofilia

El escándalo llegó cuando comenzaron a publicarse mensajes con menores, no como remitentes, sino como destinatarios. Fueron los propios espectadores de estos espacios los que denunciaron que, a primeros de agosto, se estaban emitiendo varios mensajes que solicitaban en concreto‘una chica de 12 años’ y ‘una colegiala para mantener relaciones sexuales’.

El autor de tales mensajes residía en Pontevedra, pero el acuerdo entre las locales permite recibir la misma señal en distintas ciudades. El Juzgado tomó declaración como imputado al director de la cadena como presunto colaborador necesario en un delito de inducción a la prostitución de menores.

El directivo explicó que la emisión de tales mensajes estaba gestionada por una empresa del sector, radicada en Madrid, a la que culpó de los posibles errores en el filtrado de los mensajes.

Por ello, el Juzgado pidió a la Policía que realizase gestiones para identificar a dicha empresa, a la vez que solicitó un informe a la Fiscalía para conocer la tipificación del delito que se imputa a cada uno.


No es la primera vez que las televisiones locales se ven envueltas en un escándalo judicial. Dichas cadenas se nutren en su mayoría de los mensajes de móviles por parte de usuarios y de las llamadas a los teléfonos 806. Anteriormente, a los escándalos de índole sexual con menores, estas cadenas fueron acusadas y condenadas por propagar el llamado teletimo.

El Teletimo: Antiguo delito de las locales

¿De qué color es el caballo BLANCO de Santiago?, ¿qué hay en medio de mAr?, ¿qué come un león MUERTO de hambre?... Estas y otras “complicadísimas” preguntas eran el cebo que utilizaban las teles locales para sacar dinero a los incautos televidentes. El excéntrico e hiperactivo presentador insistía en que se llamase para contestar, que todas las llamadas pasaban a directo y que, por favor, no colgase los que "estén en línea". De esta manera se garantizaban una importante suma de euros al tener a las víctimas en espera telefónica. Desde el inicio de las emisiones locales se emitían estos espacios y parecía impensable que aquellos programas se acabaran.

Nadie denunciaba lo que estaba ocurriendo y los engaños resultaron durante varios años legales, permitidos, justificados y asumidos por todos. Con el paso del tiempo y creciendo el número de víctimas, las denuncias empezaron a salir a la luz y se descubrió que dichos concursos de dudosa legalidad estaban resultando sumamente beneficiosos.

Primeros afectados

Una anciana llegó a efectuar, desde el 26 de noviembre de 2001 hasta el 24 de junio de 2002, 66 llamadas a los costosísimos números 906 que aparecían en pantalla con un coste de 1.376,58 euros. La mujer era una jubilada de avanzada edad y con escasos recursos económicos que, segura de tener la respuesta a la obscenamente fácil pregunta dada, incitada por el tono desafiante y provocador del presentador, cayó en el cebo del suculento premio (como es sabido, el barraquero televisivo animaba a los televidentes con manifestaciones como "ve hasta el teléfono y marca, a cambio te llevarás una PlayStation gratis, tan sólo por resolver este refrán"). La anciana llamó sin parar, pero se quedó sin regalo para sus nietos y tuvo que pagar completa la factura del teléfono.

Los dueños de la empresa, sin embargo, no fueron condenados en aquella ocasión y continuaron con el negocio. En el juicio al que se llegó ante este clamoroso atropello, los magistrados se basaron, según recogía la sentencia, en que la anciana, que no tenía mermadas sus facultades mentales, sabía perfectamente lo que estaba haciendo y era plenamente consciente de las tarifas que regían los números 906. Nos preguntábamos entonces: ¿El timo, el delito y el fraude son responsabilidad de la racional victima o del estafador? Según daba a entender la inhumana sentencia, sólo si alguien padecía algún retraso mental tenía derecho a que se le devolviese el dinero.

El caso de esta anciana, aunque perdió el juicio, abrió un necesario debate social sobre las licencias, los controles de calidad, las hojas de reclamaciones y las facturas que todo negocio ha de tener, pero que no tienen todas las teles. Los platós de televisión se están convirtiendo en lugares comerciales que prometen supuestos servicios. Los dueños de las locales y gracias a sus timos empezaron a denominarse “Trileros audiovisuales”.

Otros timos

En una versión más Light, se está creando una estrategia indirecta para sajar nuestro bolsillo más allá de las autopromociones y de los habituales bloques publicitarios. Esa nueva moda son los “timos camuflados”: estar obligados a ver los comerciales en programas como G.H porque la respuesta a la última trama se va a dar: ¡¡¡Exclusivamente en mitad de la publicidad!!! (El presentador nos lo vende a bombo y platillo), concursos con opción a premio, llamadas para votar concursantes de realitys que se alargan o se cuelgan…

¿Telebasura o Teletimo?

En 2002 el debate sobre la “telebasura” y los programas “basura” estaba en boca de todos. Las denuncias contra los teletimos de las televisiones locales comenzaron a desbordar a las asociaciones de usuarios y por Internet comenzó la alarma social que animaba al espectador a quejarse. Aparecían otros atropellos sociales. No sólo resultaban denunciables los estúpidos juegos de las teles locales, los timos se daban también con las adivinadoras y clarividentes, algunos anuncios de buscar empleo en los periódicos, las llamadas a los programas de TV, los mensajes a móviles…

La pregunta que la gente se hacía sobre la televisión era otra: ¿No habría que luchar antes contra el teletimo que contra la telebasura? Sin embargo, continuaba existiendo un vacío legal respecto al tema. Ni la justicia, ni la policía, ni el gobierno hacían nada al respecto. Únicamente corría el boca a boca y se debía de poner en aviso a todos los seres inocentes que uno conociera para que estuvieran alerta. Ver la televisión se estaba convertido en un riesgo no ya para la salud mental infantil, juvenil o madura, sino para el bolsillo.

Cierre judicial de Telesierra

En marzo de este año, Antena 3 y su programa 7 días, 7 noches denunciaron públicamente la estafa de las teles locales. Telesierra, la principal protagonista del impune teletimo, quedó por fin cerrada. Su propietario, detenido junto a su mujer, estuvo ganando, según la Guardia Civil, diez millones de las antiguas pesetas cada día estafando a la gente. Sin embargo, y pese a la buena noticia, la gente tenía la sensación de que se había tardado demasiado en intervenir en este colosal timo que toda España, invadida por las redes locales, conocía a ciencia cierta.

El oscuro personaje dueño del canal, con su empresa familiar. se mofó de todos los españoles durante años, vaciando libretas de ahorros, destruyendo personas y retando a la justicia.

El propio jerarca, según se recogió a primeros de marzo en el Telediario de Matías Prats, llegó a declarar: “Yo no tengo nada que esconder, mi vida profesional es muy larga para que me vengan ahora con Telesierra los de Antena 3. Que me revisen con lupa”.

Sexo por SMS

Tras dejar de emitir los “concursos trampa”, las televisiones locales decidieron, en su mayoría, calentar la programación con la emisión de videos pornográficos y sexo explícito en los platós. De esta manera, y durante este año, vienen emitiendo en cadena contenidos subidos de tono a partir de las 23:00 de la noche y hasta las 7:00 de la mañana. Junto a las imágenes y anuncios de líneas calientes, ofrecen la posibilidad de que los espectadores manden mensajes con un código que los identifica.

En un principio, se ocultaban los teléfonos personales que aparecían en pantalla, imposibilitando así el contacto directo entre los clientes. Los contenidos de los mensajes pasaban un filtro y sólo se podía establecer contacto a través del número de buzón que ofrecía la cadena.

Sin embargo, pasados unos meses, y debido a la gran demanda del servicio, el filtro desapareció y los teléfonos móviles de los usuarios se mostraban directamente en pantalla, facilitando de esta manera el contacto directo. A pesar de que en el canal se vio obligado a anunciar expresamente, aunque en letras pequeñas y casi ilegibles, “Sólo para mayores de 18 años”, los datos ofrecidos por los usuarios revelan que son muchos los menores comunicándose por televisión y la mayoría en busca de sexo.

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