domingo, 12 de octubre de 2003

Vuelve "Un dos tres". O cuando la añoranza se vuelve traición




De pequeño iba mucho al circo. Uno disfruta con él hasta que se hace mayor. Ahora la vida se ve con otros ojos. Te cuestionas tus sueños y los de otros. En la carpa el truco se descubre, o aún peor, se sospecha. El esfuerzo para que los números no resulten una ofensa es cada vez mayor. Tememos que atenten a nuestra inteligencia y hieran nuestro recuerdo. El periódico anunciaba un cartel del Gran Circo del mundo. Simplemente lo observé y pasé página. Así recibo la noticia. La vuelta de Un, dos, tres. Qué paradoja. Hace años que Chicho no busca nada nuevo. Cambia de nombre a sus programas. Algunos ininteligibles como Waku-Waku, Jimanji-Kanana. Nos hace creer que se arriesga, ofrece soñar lo novedoso, cuando en realidad se trata de un orgullo muy cobarde. Vamos, que nos engaña. Y rebautiza a sus criaturas, Un, dos, tres a leer otra vez., como si quisiera bendecir la actual parrilla, demasiado profanada por todos. Un concurso cultural, se justifica el Rey Midas. Un gravísimo error, me atrevo a gritarle.

La televisión de hoy tiene otros tintes. Comemos tomate con salsa rosa y sabor a pis. Las Crónicas de Mercero ahora son de Sardá, ya no son de un pueblo. A los niños se nos fue La bola al Cajón desastre y ahora todos son Súper- Clubs. El único Barrio que queda es el de Parada. Nada es lo que era en televisión. Y Chicho lo sabe. No me imagino a las marujas en el mercado, comprando el pan y el Hola bajo el brazo, hablando del premio que se llevaron los concursantes la noche anterior. Hemos cambiado el apartamento en Torrevieja por la Academia de la ex secretaria Nina y a los sufridores en casa por la vida en directo.

Chicho ha visto como su programa ha servido de cantera para tantos otros. Actrices convertidas en esposas de un payaso (Lydia Bosch, Nuria Roca), o en rivales de la Obregón (Silvia Marsó), o en presentadoras de Inocente- Inocente (Isabel Serrano, Paula Vázquez).Todos los concursos actuales recurren al factor nostalgia. Trato Hecho, inédita copia de la subasta, con cyber- ratón como mascota y puertas 1, 2,3. Todos los concursos de preguntas y respuestas son como la primera parte de 1, 2,3. Y los de "riesgo" tipo Gran Prix, El juego de la Oca, son un estiramiento de la eliminatoria de 1, 2,3. Si algo grato nos queda de aquellas noches de viernes, y algún lunes (temporada 87-88), eran esos artistas que daban sustos y hacían reír. Colores rosas, fucsias, morados, amarillos, pero todos chillones y excesivos. Grupos que tocaban tras un inmenso y caro decorado, siete millones de los de antes para cada semana. Secretarias con ajustadas minifaldas y enormes gafas (aunque no siempre las llevaron) que por primera y última vez dejaron de ser sólo floreros. Hablaban, contaban, bailaban y alguna hasta cantaba pero sobretodo sonreían. No dejaban de sonreír aunque el Antichollo, la Botilde o el Crack triunfasen. Ahí las encontrabas a todas, sentadas en el coche diciéndonos adiós. Sorpresas, regalos, bocinazos, tarjetitas, concursantes arriesgados, leimotivs sonoros, frases míticas, sufridores en casa, y el público participando.

¿Quién no recuerda cuando las chicas se quitaban el sujetador para que los concursantes ganasen más dinero? Lydia, Silvia, Kim, Mayra, Las Hurtado, Ozores, La bombi, La pelos, Tamariz, Garó, Sender, Sacapuntas. En suma personas, calor, circo.
Milán Kundera define la nostalgia como el sufrimiento provocado por el deseo incumplido de regresar. Menuda engañifa Narciso, tu nombre siempre te delató.

Tampoco has sabido sobrevivir en la nostalgia. Nos engatusas con la idea de una vuelta por la que gira la traición del recuerdo. Ya tienes fecha y mascota. Ruperta amenaza las Navidades. La última etapa, de las nueve que alcanzó, concluyó en 1994. El audímetro guillotinó al insípido Joseph María Bach e hiciste estallar el plató por los aires. Creí haber pillado la metáfora. ¿10 años después puedes resucitar de las cenizas un producto quemado? Te has hecho mayor. No exploras lo desconocido. Ya no eres apasionado. Te vales de que el tiempo haga a este regreso más apoteósico. El informativo- ¡de Tele 5! - se hizo eco de la noticia. "El Un, dos, tres cultural".El mago de la tele convierte la magia del regreso en la apariencia engañosa hecha con arte. Preocupado has de estar por cómo responderá la audiencia ante tu gran reto. Te imagino detrás de la mesa de la subasta junto a dos regalos a elegir, el uno es un muñeco que simboliza el olvido, el otro es un contrato millonario de TVE con la vuelta de 1, 2,3.

Mayra te lee la tarjetita del contrato "Querido Chicho, Arévalo nos trajo este contrato que dice así: Uno recoge lo que siembra, y tu nos vuelves a proponer calabazas, y hasta aquí puedo leer.".Días después, leo en el mismo periódico que se esta preparando la vuelta de Historias para no dormir en DVD. Enseguida busco el anuncio de El gran circo del mundo. Quién sabe. Quizá compre una entrada.

PUBLICADO EN OTRAREALIDAD.NET

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