Doble o Nada

Por Bosco Palacios:

Empieza por T… tipo de programas que timaban a los espectadores y que ya han sido sustituidos por otros de mejor ver. 

Así es electrolectores, el teletimo ha muerto. Vale, todavía hay alguna tele mediolocal que no se entera, pero en términos generales, en las generalistas, la cosa del “acierte de qué color es el caballo blanco de Santiago” ha terminado. ¿Y el sustituto? Aunque algunas cadenas todavía se empeñan en alargar llamadas jugando con la salud, la suerte y el amor… (leéanse las cartas de Sandro Rey en La Sexta), las principales (Telecinco y Antena 3) han optado por un juego legal televisado e interneteado.

Por ejemplo, la Ruleta de las noches de Telecinco, aunque poco tiene que ver con la gran ruleta del mediodía de Antena 3 que sigue dando vueltas con éxito, coincide en tener al frente a un presentador que lo hace más que bien. Aitor Trigos empezó en el espectáculo curiosamente como modelo un año después de que Jorge Fernández fuera nombrado Mister España. Tomó el relevo de este en la pasarela y ahora sigue por la tele con otra ruleta. 

Ambos gracias a su complicidad ante la cámara han conseguido que olvidemos que solo son porte y nos centremos en lo que valen como comunicadores. De hecho, Trigos ha tocado casi todos los palos: empezó en las mañas de Cuatro con Campoy, presentó un programa de corazón donde tuvo que lidiar durante horas con personajes tan difíciles para cualquier conductor como Aída Nizar, y hasta el año pasado se hizo la gala de Reyes de la Pública con Anita Obregón. Un chico que siempre dobla el valor de lo que presenta, aunque muchas veces sea la nada,  y que ahora dignifica con su buen hacer un programa para suertudos hasta las cinco de la mañana.

Lo único malo que se le puede achacar a esta Ruleta de las noches es que los espectadores que, como por ejemplo el recién fallecido Juan Luis Galiardo, se tenían prohibida la entrada a los Casinos, lo van a tener difícil para frenarse a la hora de apostar en internet. Hay que reconocerle a esta bola giratoria para las madrugadas que es mucho más respetable y legítima que aquellos programas donde el sobre escondía letras a acertar en orden deaparición.