Por Bosco Palacios:
Claro, conciso y natural.
El antes contador de chistes entre plato y plato se ve
obligado a reflexionar sobre lo mal que va el país, pero no con los tópicos
manidos de los contertulios de los debates: “Hay que apretarse el cinturón”, “hay
que hacer un esfuerzo”... NO. Habló
desde el sentido común y sin pelos en la lengua.
El vasco puso las cosas claras y el chocolate espeso sobre
los que tienen responsabilidades: banqueros y políticos. Y con cierta ironía: “a
ver si la culpa va a ser ahora de los cocineros”… Pero con mucho respeto: “por vuestros hijos, por
los inmigrantes”.
Habló sinceramente de su faceta de empresario: “Llevo
pagando sueldos desde los 20 años y los he pagado todos”. Y, finalmente, animó a
los jóvenes a irse fuera de España para encontrar trabajo. Un gusto ver a un
Carlos quemado, pero con dos bien puestos.
¡Arguiñano for President!
¡Arguiñano for President!
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