Empezando por el opening...

Por Lorena Papí


Cuando este sábado os hablaba de la cabecera de 'Juego de Tronos' pensé: ¿por qué no repasar las mejores aperturas de las series de ayer y de hoy? Os sonará a episodio recopilatorio. Y efectivamente, así es. Además de no tener nada mejor que ofreceros, creo que las cabeceras están ninguneadas y se merecen un homenaje. Son una pieza importante del engranaje, que tienen mucha más importancia de lo que parece a priori. Por eso repasaremos algunas en éste y en otros post, siempre que no tenga nada bueno de lo que hablar.


Cabeceras hay para todos los gustos: simplistas, elaboradas, crípticas, horteras, apoteósicas (para no ser menos que la serie a la que preceden), cantadas, tarareadas, silbadas... También las hay mutantes, que cambian constantemente para adaptarse a los cambios físicos de sus personajes, cuando las series se alargan muchos años en el tiempo. Es el caso de 'Friends', que llegó a tener innumerables títulos de crédito, aunque siempre con la misma canción I'll be there for you, compuesta especialmente para la serie e interpretada por The Rembrandts, que vendieron discos como churros gracias precisamente a este hit y a la popularidad de la serie.


Los que no se lo curraron nada y aún así consiguieron emocionarnos fueron los responsables de esta sencilla abertura, que, por todo lo que implica para los lostianos, aún sigue estremeciéndonos. Es la confirmación de que, a veces, menos es más:

La tecnología ha aportado mucho al arte del 'show opening'. Antes los recursos eran más escasos; se llevaba mucho el posado figurativo y la apariencia ochentera propia de la época. La mayor proeza tecnológica de estas intros era el efecto pantalla partida. Representativas de esta época son las cabeceras
de series como 'Dinastía', 'Los Colby', o Falcon Crest':

Sin abandonar los 80, no podemos olvidarnos de otras series que nos marcaron y de sus pegadizas sintonías. En Series en Bola, estamos prácticamente obligados a rendir un sentido homenaje a imágenes como éstas:

La gracia de estas cabeceras reside en su encanto, en la nostalgia que despiertan en nosotros. Pero reconozcámoslo: no eran nada del otro jueves. Desde luego, no tienen nada que ver con el despliegue de medios de las series actuales.


Con la animación en 3D se puede crear todo un mundo, desde la nada. Y no se me ocurre un ejemplo más ilustrativo que 'Juego de Tronos', quizás, una de las mejores cabeceras de la historia de las series. De hecho, le valió un Emmy en la edición de este año, en la que tuvo que conformarse con este reconocimiento técnico.

Por último, no puedo dejar pasar la oportunidad de rememorar otras cabeceras que, si bien no destacan por sus medios técnicos, ni por su originalidad, ni por su espectacularidad. Simplemente, son míticas. Historia audiovisual viva, parte de nuestro ser y nuestra idiosincrasia. Si no has visto 'Verano Azul' no tienes infancia:

Continuará...

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