Ya tenemos nuevo presidente de la academia del cine. Bueno, tenemos no, tienen los que en ella trabajan y los que en ella participan, al resto de los mortales esto ni nos va ni nos viene. La primera acepción de la RAE dice que la academia es “una sociedad artística establecida con autoridad pública”. Es, pues, artística y pública, pagada por todos. Deberíamos recordar que la academia no tiene que hacer de ministerio del cine, de cultura o de industria. No es su trabajo. La Academia no legisla ni debe ser un lobby de nadie. Las descargas, los piratas o el P2P no son su terreno. Su trabajo es mantener una comunicación con y entre los académicos, acercar nuestro mejor cine a los colegios, enseñar y ordenar parte del patrimonio del cine español, proyectar cine en su sede, acercar cineastas a espectadores, reconocer a veteranos o dar unos premios anuales.
Y todo ese trabajo debería corresponder al nuevo presidente Enrique González Macho, distribuidor, dueño de salas, gran defensor del cine en versión original y productor de veintiuna películas. El voto a Macho es conservador, con él poco va a cambiar la academia. Su antecesor, De la Iglesia, la cagó haciendo el teenager en Twitter, reuniéndose con los “representantes de los internautas” (¿?) o enfrentándose a la Sinde.
Aunque Macho debería traer un cambio, no va llegar. Estas son sus declaraciones: "En internet se va a acabar el todo gratis. La calidad será de pago. Me niego a llamar Ley Sinde a la Ley de Economía Sostenible. Internautas somos todos. Otra cosa son los grupos mafiosos que trafican con lo que no es suyo. Para mí internet no es el futuro, sino parte de él. Y no es el presente, como decía Álex. Mi proyección es que las ventanas de explotación cambiarán, pero las salas seguirán siendo indispensables”.
Una pena porque una industria que va por detrás de la tecnología y se niega a adecuarse a los tiempos está acabada. Lo sabe Hollywood, que ha perdido un 20% de su taquilla en lo que va de año. Por eso Sony, Warner, Universal y Fox acaban de confirman que van a poner en marcha una nueva fórmula para ofrecer películas de estreno en los hogares sólo dos meses después de su llegada a las salas. Ése, ciegos, es el presente.
SIGUE LO MÍO ES EL CINE EN LA TELE DE CRISTAL
2 comentarios:
Tengo muchas esperanzas depositadas en este tipo
Por fin comparto una de tus opiniones. González Macho me da buen rollo, pero, supongo que por una cuestión generacional, no comprende hacia donde va el audiovisual. Bondades para tí, buenos deseos para él.
Publicar un comentario