Teresa Campoamor

Maria Teresa Campos, historia viva de la televisión, dueña de dos premios Ondas, fue entrevistada ayer en el programa Locos por Madrid, presentado por su amigo Alfredo Urdaci y dirigido por una de sus hijas, la menos famosa. O sea: la que no es la aterradora Terelu. La Borrego.

Antes de su futuro regreso a Antena 3, Maria teresa, cómoda, relajada, cachonda mental, recordó sus grandes momentos y los no tan grandes aunque se guardó todos sus trapos sucios para unas futuras memorias que escribirá dentro de muchos años porque aun le queda, me temo, mucha traca.

La directora del desaparecido Lo que interesa, acaba de volver al regazo de su querido PSOE, que le acaba de conceder el premio Clara Campoamor. No tengo nada que alegar a la dueña de tan merecido galardón, pero sí al propio galardón. Hagamos historia: En los años 30 el PSOE se opuso a la propuesta de la Campoamor de dar el voto a las mujeres.

Entonces, la diputada socialista Victoria Kent se opuso a la concesión del voto para las mujeres porque las consideraba influenciadas por la iglesia. Las elecciones de 1933 las ganó la derecha y la Campoamor fue defenestrada.

La madrina de Enrique del Pozo aceptó encantada la estatuilla apadrinada por el señorito Chávez. Está de enhorabuena, de homenajes, de vacaciones, de relax hasta que regrese, si regresa.

Aunque Maritere entrase por enchufe en el oficio, gracias a su hermano Paco, se lo curró y empezó tarde en esto de la tele: nada menos que a los 39 años. Empezó como chica Hermida y de ahí para arriba, muy arriba. Y de ahí para abajo, muy abajo.

La Campos se acercó al ama de casa y al hijo teleadicto de esa ama de casa. No sé si es malo o bueno, pero nunca olvidaré su tendedero, sus charlas con su “marido” Valladares, su patio de vecinos, su teatro aficionado, de fiestas de pueblo, de ama de casa aficionadilla. Entonces ella era tierna, humana, maravillosamente maruja. Luego vino su papel de moderadora en debates políticos, se tomó demasiado en serio y como puntilla llegó la dictablanda del reality. Pero poco pudo hacer contra la estilosa Quintana.

Se despidió ayer La Campos diciendo que no es libre para hablar porque entra en la rueda de “ese mercado” y se lo tiene que tragar. Y remató: “Hasta que un juez te da la razón, han ganado 100 millones contigo. Las demandas van en el precio del programa”. Curioso que lo diga la “directora” de personajes de la talla de Koto Matamoros, Enrique del Pozo, Sergio Alis, Víctor Sandoval o Jimmy Jiménez Arnau.