Por Bosco Palacios:
Dice el cotizado guionista William Goldman que a la hora de saber qué funciona o no en la taquilla NADIE SABE NADA. Curiosamente, el guionista español Albert Espinosa considera a Rob Reiner, con quien Goldman ha trabajado mucho, el mejor director norteamericano actual. Y es que Albert Espinosa algo debe saber de esto de la escritura para el gran público, porque Planta 4ª, de la que es guionista, fue la tercera película más taquillera de su año y Va a ser que nadie es perfecto, su más reciente trabajo ha tenido buenos resultados de taquilla.
Albert viene del teatro, cuenta con compañía propia y empezó en la televisón catalana con “El Joc de viure" (1997). Le siguieron " El Cor de la ciutat", "Jet Lag", “Majoria absoluta” y "Psico express". Tras Planta 4ª volvió a la tele con Tempos fugit y con Abuela de verano, basada en una novela de Rosa Regas.
Los Munsters de Electroduende.com apuestan por una figura desconocida pero fundamental para nuestro cine: la del guionista. Y Albert Espinosa, que en mayo de 2007 debuta como director en ‘No me pidas que te deje, porque te besaré’ es, hoy, uno de los más reclamados.
Albert viene del teatro, cuenta con compañía propia y empezó en la televisón catalana con “El Joc de viure" (1997). Le siguieron " El Cor de la ciutat", "Jet Lag", “Majoria absoluta” y "Psico express". Tras Planta 4ª volvió a la tele con Tempos fugit y con Abuela de verano, basada en una novela de Rosa Regas.
Los Munsters de Electroduende.com apuestan por una figura desconocida pero fundamental para nuestro cine: la del guionista. Y Albert Espinosa, que en mayo de 2007 debuta como director en ‘No me pidas que te deje, porque te besaré’ es, hoy, uno de los más reclamados.
¿Qué diferencia hay entre el lenguaje del cine y el de la televisión?
Sobre todo la autonomía que tiene el cine. Yo he hecho muchas series y eso es como una fábrica, con dialoguistas, etc. Cuando haces una película eres el único guionista, tienes una autonomía muy libre. A mí lo que me gusta del cine o del teatro es que lo que escribes es lo que realmente saldrá. En cambio, en televisión es más coral, y está bien, es divertido que sea coral porque no es un trabajo tan solitario.
¿Cómo es tu trabajo de guionista, cuántas horas le echas?
Depende mucho del proyecto. Cuando hago televisión, como se entrega semanalmente, dedicas tres horas, cuatro horas al día a hacer el capítulo. Cuando no trabajo en la tele, lo que hago es dedicar dos tres horas a partir de las 11 o 12 de la noche, porque trabajo mejor de noche. De 12 a 3 de la mañana trabajo en 4 o 5 proyectos a la vez. Y es bueno, porque unos días tienes más ganas de una cosa y otros días de otra.
¿Dónde te encuentras más a gusto: en una dramaturgia, en un guión para cine, o en un guión televisivo?
A mi, sobre todo, me gusta mas la dramaturgia. El teatro tiene eso increíble que como soy actor en mi compañía sé que lo que escribo lo representaré y estaremos tres años con ello. Es una aventura muy larga. La tele tiene lo bueno de que sabes que lo que escribes no tardará mucho en verse en pantalla, que el resultado es inmediato y lo pueden ver 6 o 7 millones de personas si fuese bien. Y en cine es mas largo. Un proyecto tarda entre 3 y 4 años en hacerse realidad.
¿Cómo se llama tu compañía?
Se llama Los pelones, la obra que luego se convirtió en la película Planta 4ª. Llevamos 13 años con la compañía y en ella soy actor y director. Nos conocimos en la escuela de ingenieros industriales. Al acabar la carrera nos profesionalizamos y seguimos juntos. Tener compañía propia para un actor es muy bueno.
¿Y no te entran ganas de dirigir cine?
Sí. En mayo dirijo mi primer largometraje porque llega el momento en que tienes ganas de tener más control. Yo he tenido suerte porque Antonio Mercero, María Ripoll y Joaquin Oristrell han tratado muy bien mis textos y estoy muy contento con Planta 4ª, Tu vida en 65 minutos y Va a ser que nadie es perfecto. Han echo grandes versiones y han contado conmigo en el rodaje y en el montaje. Pero llega un momento en el que tienes ganas de hacer tu producto, sobre todo porque vengo del teatro, donde yo tengo el control total. En mayo dirijo yo mi película, actúo y tendré a mi grupo de teatro… es dar un paso más con mis amigos del teatro.
Háblanos de tu ópera prima en el cine.
Es una adaptación de dos obras de teatro. Una es ‘No me pidas que te deje, porque te besaré’, que es el título que ha quedado al final en la película, y ‘El club de las pajas’. Y con estas dos he creado el guión. Ya tenemos el casting con Eloy Azorín (Todo sobre mi madre), Pablo Rivero (Cuéntame), yo, Teresa Hurtado también… es una peli sobre la gente especial, la gente con discapacidad mental. Yo trabajé un año con ellos y descubrí que eran especiales porque me hacían sentirme especial a su lado. Es una comedia sobre la gente especial y la obra funcionó muy bien en Barcelona. Y nunca la he vendido porque pensé que algún día podría dirigirla e interpretarla.
Al igual que ocurre en la nuevo film, en las anteriores obras teatrales y películas, utilizas tu memoria, tu experiencia, tus referencias personales. ¿Hasta qué punto predomina esto en ti sobre la imaginación o la creatividad, sobre historias inventadas?
En la tele, donde he estado 12 años, he tenido que usar material ajeno a mí. Cuando hago cine o teatro, prefiero que haya un 20 % de cosas que me interesen. Planta 4ª era mi vida de pequeño. Tu vida en 65 minutos tenía un enfoque sobre la muerte que no pude tratar en planta 4ª. Yo estuve 10 años con cáncer y perdí el miedo a la muerte al tenerla tan cerca. Tenía ganas de hacer una obra, pero con chicos sanos. Y Va a ser que nadie es perfecto tiene que ver conmigo. A mi me falta una pierna, soy cojo, tengo muchos amigos ciegos, sordos… y siempre quise hacer una comedia lúdica sobre lo que se llaman las minusvalías, que es una palabra muy fea. En la nueva que voy a dirigir pasa igual, vuelve a ser un tema similar. Me baso mucho en mis experiencias. Hay gente que ficciona todo y no coge nada autobiográfico, pero a mí me gusta. Y siempre tengo la tele para ficcionar.
Un espectador común puede ir a ver Va a ser que nadie es perfecto pensando que van a proyectarle algo en plan No me chilles que no te veo, pero al ver tu película contemplamos que tiene partes dramáticas que dejan helado al espectador. Conjugas bien el drama y la comedia, algo que ya pasaba en Planta 4ª y en Tu vida en 65 minutos.
Me gusta mucho la comedia agridulce, me gusta la ternura, mis personajes se basan en la amistad y la ternura. Es el cine y el teatro que me gusta. Los críticos han definido mi teatro como cine-teatro porque se parece al cine. Las pelis que me han emocionado son Cuenta conmigo, Los 400 golpes, El club de los poetas muertos, El indomable Will Hunting… Creo que son pelis con mucha parte cómica, pero donde luego te emocionas. Es el cine que me llega, no sé hacer comedias solo de risa. Podría haber hecho así Va a ser que nadie es perfecto, pero no me sale. La gracia está en combinar las dos cosas. Mercero, Oristrell y Ripoll lograron ese equilibrio. Mi suerte es que casi todo lo he podido probar en teatro antes. Aunque Va a ser que nadie es perfecto no esté basado en ninguna obra, sí que hay partes de Mi vida en 65 minutos que no las utilicé. Es un gran lujo.
Has hablado de films de Reiner, Truffaut, Weir y Van Sant. ¿Qué referencias te marcan a la hora de escribir o visualizar tu cine?
Me gustan casi todas las películas de Rob Reiner: Algunos hombres buenos, Misery, Cuenta conmigo…
¿Le falta al cine español mejores historias, mejores guiones?
Creo que necesita que la gente con guiones pueda llegar a hacerlos. Yo doy muchos cursos de guión y mucha gente que a la que he dado clases tiene muy buenas ideas, pero no puede acceder al mercado. Yo tardé 10 años trabajando de guionista hasta vender mi primer guión de cine. Una cosa es hacer tele, pero pasar al cine es muy complicado.
¿Cómo fue el golpe de suerte? ¿Te ayudó la televisión?
No. Estaba en TV3, pero el cine es otro canal, no acudes a una cadena, sino un productor. Fue una casualidad, sabía que tenía que ser Mercero el que hiciese la peli. Y decidí enviarle el guión a través de un amigo, y un tercer amigo conocía a un cuarto que conocía a Ignacio del Moral, que había trabajado con Mercero en Farmacia de guardia. Un mes después me llamó Mercero y me dijo que quería hacer la peli. Como Plata 4ª fue un éxito, he podido seguir haciendo el tipo de peli que me gusta. Si hubiese sido un fracaso, nadie hubiese querido volver a ver una comedia sobre cojos, ciegos, la muerte o los retrasados. Gracias a que Planta 4ª fue la tercera película más taquillera de su año, me han dado carta blanca para probar estos mundos raros.
La industria del cine es un círculo muy cerrado. ¿Aceptas leer guiones, lees trabajos de otros que empiezan?
No soy productor, soy guionista, no tengo el poder. Más que cerrado, el cine es inaccesible. Lo importante es buscar directores o actores, más que productoras. Pensar en qué director o actor podría hacer tu película. El poder esta en las personas. Hay muchos lectores de guión en las productoras, hay mucho filtro. Yo siempre he pensado en directores. Los tres los busqué por eso, porque tenían una visión.
¿Que destacarías de cada uno de ellos?
Mercero es un gran pelón.
¿Pelón?
Sí, porque él entendió muy bien el cáncer sin haberlo tenido. Era difícil, había que tener cuidado. Fue una colaboración preciosa. Es absolutamente generoso. Para mí si Rob Reiner es el mejor director norteamericano, Mercero es el mejor director español, tiene una visión al trabajar con los actores, de entender el guión, el cine y la tele. Es el único director con un EMI también. Con Ripoll fue bonito su mundo visual. Transformaba mi guión en unas imágenes que me encanta ver una y otra vez, tiene mucho de cine norteamericano independiente. No paramos de retocar el guión y buscar, trabajé con ella en muchos bares, casas… Y a Oristrell le admiraba mucho. Forma parte de los guionistas en los que cualquiera quiere convertirse. Yo admiro a Azcona y a Oristrell, que no quiso tocar el guión, no quiso firmar como coguionista. Tuvimos mucho entendimiento en lo que yo quería contar en el guión, entró mucho en mi mundo, hizo un esfuerzo precioso de intentar entender cuál es mi mundo. Oristrell ama el mundo del guión y esta era su primera experiencia de guión ajeno y lo concibió como un guión propio. Y no se reescribió mucho, que también se agradece.
¿Cómo es Fuerte Apache, en donde sales como actor con Lolita y Juan Diego?
Yo empecé como actor y Jaume Mateu me ofreció el papel de psicólogo. Había hecho de médico en Abuela de verano y me tocó hacer de psicólogo. Con Lolita no tuve secuencia, pero sí con Juan Diego, y es una actor increíble. Es una peli que estará muy bien. Jaume es un director que dará que hablar.
¿Habrá algún Goya para Va a ser que nadie es perfecto?
(Risas) Me dicen que este año me pueden nominan por guión original y adaptado por Tu vida en 65 minutos y Va a ser que nadie es perfecto. La primera es pequeña y este año hay muchas pelis grandes, es un año con muchas películas, me encantaría que me nominases, pero lo de los premios es una cosa extraña, a Planta 4ª le nominaron a la mejor película, pero a nada más. Con la nueva no sé, si votan genial, si nominan a Santi (Millán) o a Tejero (Fernando) pues bien, cuantas más nominaciones tenga la peli, mas ilusión me hará.
Hablando de películas grandes, el cine español ha remontado su baja presencia en las salas con últimos éxitos como Alatriste, Los Borgia, El laberinto del fauno o hasta Yo soy la Juani. ¿Le falta al cine español más tejido industrial?
Sin duda. Alatriste ha marcado algo extraño, hasta Yo soy la Juani sólo ha bajado un 25% en espectadores tras su primera semana, cuando el porcentaje suele ser una caída del 60%. Algo se ha producido. Si las cadenas le dan ese apoyo mediático a las pelis, es más fácil llegar. Hay que proteger más el cine español. Hay películas americanas que nos llegan y que son innecesarias que aparezcan en salas de cine cuando pueden salir directamente en dvd. Y nos falta más calidad, con partidas para la publicidad para poder anunciarse en tele o en periodismos y para que el público se entere de que han estrenado esa película.
En nuestra sección LO MÍO ES EL CINE solemos seguir de cerca al cine español. A veces para informar y otras para alabarlo o para criticarlo, pero tiene su presencia. ¿Echas en falta algo en otros medios especializados como Fotogramas o Cinemanía?
Más portadas al cine español. Es difícil conseguir una portada. Ahora en Cinemanía tenemos a James Bond en una edición súper guapa. A no ser que sea Almodóvar o Amenábar, es difícil que el cine español salga en portada. Por según qué números, también se ve que una portada española vende menos. Lo que hay que hacer es enganchar de alguna manera al espectador. Más publicidad. Y hacer pelis que gusten, que lleguen, y eso es crear fidelidad. Que cuando un espectador ha pagado los 7 euros, salga contento y pensando: he visto una peli española y me ha gustado.
¿De quién fue la idea del cartel de Va a ser que nadie es perfecto?
(Risas) Mía no. El guión original se llamaba ‘La noche que nos escuchamos’. Cuando ya vendes el guión hay cambios que no puedes controlar. Con los títulos he tenido mala suerte: ‘Los pelones’ acabó llamándose Planta 4ª y ‘La noche que nos escuchamos’ acabó llamándose Va a ser que nadie es perfecto. Y sí, tiene un póster un poco extraño, que no lo pondrías en tu cuarto. Pero es algo comercial, que un guionista no puede controlar.
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