Secun de la hostia

Por Bosco Palacios:

Sus compañeros lo quieren y reconocen, y el público también. Secun de la Rosa, habitual desde hace años en los musicales de las parodias de los Goya, no pudo acudir este domingo a la gala. ¿La razón? Como otros tantos compañeros está trabajando en el teatro. Esta vez en uno de los papeles más agradecidos de su carrera, un monólogo de más de hora y media de duración en el teatro Lara de Madrid.

Guillermito y los niños a comer es una desternillante comedia que ganó el Premio Moliere 2010. Uno de esos regalos que a todo actor le gustaría recibir. Solo en el escenario ha de atrapar al público durante todo el tiempo y no permitirle que desvíe su atención de la trama. Comienza como una metralleta y acaba todavía más arriba. Y todo sin agobiar un segundo, pero emocionando muchos.

Algunos actores con personajes tan estereotipados como el de Secun de la Rosa en Aída tienen un hándicap añadido a la hora de demostrarle al público que pueden hacer otras cosas. De la Rosa, que prepara varias películas también, llega en las tablas a la verdad, convence y emociona.

El cómico ha pasado de ser ese secundario gracioso y necesario por todos los programas cachondos (Aída, Saturday...) a ser el protagonista por méritos propios. Ese pequeño personaje televisivo se ha ido haciendo con un actor muy grande. Secun de la Rosa, secundario de la hostia, y ahora también gran prota.

Sin duda, esta obra también supone una ardua tarea de contención para un tipo excéntrico hasta la cadera en Aída y de lo más cachondo y humilde en la vida.

Guillermito, un caramelito teatral que electrorecomendamos desde La Cuarta Parte.

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