martes, 17 de agosto de 2010

Desgracia Querejeta



Ni Severo Ochoa, ni Blasco Ibañez, ni Lorca. Lo que le importa de un tiempo a esta parte a la ficción nacional son los personajes rosas. Así, las cadenas (Antena 3 y Telecinco sobre todo) andan como locas por hacer miniseries sobre Carmina Ordoñez, La Duquesa, Letizia, y ahora también, Rocío Jurado.

No sé si le habrá hecho excesiva gracia a G. Querejeta aventurarse en el nuevo proyecto de "la más grande", teniendo en cuenta la "goyarizada" trayectoria de la directora (Siete mesas, Cuando vuelvas a mi lado).

Los del cine también tienen que mantener su status y la tele les ayuda a conseguirlo. La cineasta lleva jugueteando con las series durante los últimos tiempos, grabó sendos capítulos para Cuéntame y Hospital Central. Pero, ¿no podemos esperar algo más de nuestros "intelectuales"?

Me pregunto si no hay otros temas con los que "los del cine" podrían sentirse más identificados que las carreras de las folclóricas. Por ejemplo, la vida de Aminatu Haidar por la que tanto lucharon hace unos meses.

¡Señores cineastas!: Propongan a las teles estas ideas, luchen por guiones comprometidos para hacer ficción televisada, no esperen a la subvención del Ministerio para acabar rodando algo que no verá ni Cayetana.

Ustedes, que en tantos actos aparecen, que tanto están luchando por historias como la de Haidar o la de Garzón, por ejemplo, no esperen a que un jefazo les llene de ceros un cheque para rodar la vida de Belén Esteban. 

Sus armas son las cámaras, saben hacer ficción, y parece que hay otras historias "más grandes" que les preocupan. Demuéstrenlo. No caigan en la desgracia de desaprovechar, con las vidas rosas, su talento. ¿O es sólo "talante"?

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