lunes, 21 de diciembre de 2009

¡Enhoratropa!




"Quizá en Reyes ya no estemos aquí", pronosticaba el gran Valls al finalizar su debut en Vaya Tropa. Se equivocaba. Y este sería el único error de un programa sobrado de aciertos.

La audiencia acompañó al estreno de Vaya Tropa, programa que revive las mejores talentadas de Agitación más Iva con esa mezcla de formatos Noche Hache (en plató): Colaboradores + presentador, y los mejores sketch entre pieza y pieza.

Ya era hora de volver a apostar por la ficción, con temas pegados y no tan pegados a la actualidad, sin posicionamientos políticos que pasan factura (El Intermedio) ni chistes de pandereta bobalicona (Estas no son las noticias).

Lo rico de la tropa de Valls es que sus gags, desenfadados, absurdos, de vuelta de tuerca, no hieren tanto ideologias como sí lo hacen con las tonterias: Karaoke de adolescentes probotellón, educación familiar proGranHermano...

Y el payaso de Valls, un buen payaso, como pez en el agua por su plató: natural, pasota, descreído, elegante. Sin excentricidades.

Le pronostico larga vida a un programa que seguirá contando con la audiencia y nos seguirá gustando a los críticos. ¡Enhoratropa!

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Ojalá acierte en mis vaticionios sobre el programa de Cuatro, como lo hice con el de Risto. Recuerdo que Joseba Fiestras, director del Festival de Televisión de Vitoria, me preguntó en una entrevista para la radio vasca qué vida le daba al entonces nuevo programa de Risto. Auguré (a ver si me manda el mp3 y os lo subo a La Tele de Cristal) que empezaría fuerte, en torno al 17%, pero que iría cayendo hasta no aguantar las dos cifras y se lo cargarían.

Resultado tras poco más de tres meses: Telecinco se carga G-20. Así se lo anunció la cadena al propio Mejide la pasada semana. ¡Han tardado demasiado!

viernes, 18 de diciembre de 2009

Numerarios VS Numerosos Gays




Hoy tocaría hablar de Belén Esteban y su operación o de las fusiones Cuatro-Telecinco Sexta-Antena 3, pero no pienso hacerlo. Tan estúpido me parece una cosa como la otra. Esos análisis se lo dejo a los que les van los millones en ello.

Este jueves me pasaron un vídeo para echarse a temblar: Una profesora de Universidad daba esta espeluznante conferencia:



La profesora en cuestión, titular de universidad Católica resulta ser numeraria del Opus. He aquí el testimonio de otra compañera suya y su suplicio para salir de la obra. Cometa, entre otras cosas:

"Una vez que has entredo, la libertad consiste en obedecer y nunca jamás tener espíritu crítico de nada. O sea no usar la cabeza para nada. De hecho no se puede leer, no se puede ir al cine, no se puede ir a espectáculos. De lo que gastas tienes que dar cuenta todos los meses. El numerario entrega su sueldo entero..."




Respecto al tema de los gays en televisión, como comenté en el programa de radio Sospechosos Habituales este lunes, creo que está de moda poner un gay en una serie y éste es el único factor que le caracteriza y define más allá de otro oficio o beneficio. Así están: el médico, el abogado, la portera y el gay, por ejemplo.



Sí han ayudado, o están en ello, las series de televisión para jóvenes: Desde 'Al salir de clase' a 'Física o química', que están tratando la homosexualidad de manera natural y dejando claro que los raritos no son los que sienten atracción hacia personas de su mismo sexo, sino los que sienten aversión por ellos.

Lo único que se echa en falta son más personajes homosexuales femeninos en las series (contaditas en 7 vidas y Hospital Central), y, sobretodo, en la televisión en general: ¿Por qué las famosas periodistas, actrices, abogadas lesbianas no resaltan su condición como desde hace años lo están haciendo los chicos? Os dejo aquí el final del debate con las intervenciones también de Fátima Baeza y de un actor de la serie Lo que surja:

martes, 15 de diciembre de 2009

Teatro y copeteo (La 3ª España)




Tiene Wyoming la habilidad de revolucionar a los medios de derechas y éstos de obligar a la opinión de cada cual a posicionarse. Lo consiguieron con la becaria falsa colada a los de Intereconomía, y ahora con un vídeo de lo más tonto que, aunque irónico, es simplón.

Lo trascendente de todo este asunto Herman-Wyoming, con la clase política metida hasta las barrancas, no está en averiguar quién es la víctima y quién el verdugo (que como siempre tratan que hagamos para no pensar más allá de las dos Españas). Lo lamentable y lacrimógeno que esta nueva tropelía mediática deja al descubierto es la incurable idiotez de la casi mayoría de los tertulianos políticos.

La pasmosa estupidez de estos colaboradores (ya saben los nombres de los de siempre) está floreciendo en este asunto del que a duras penas han llegado a entender nada, ni siquiera sobre su parte de oficio y beneficio en el tinglado.

Sus pocas luces se reflejan en no poder comparar un montaje audiovisual de lo más inocente con esas llamadas al odio que cada día hacen desde sus debates "informativos" y que llevan incitando desde hace años mucho más a la agresión ciudadana que cualquier gag.

Me refiero también a la escasa habilidad que tienen los humoristas de la derecha (véanse los clones de Intereconomía) para hacer una crítica-gag que se escape a los pedos de Jaimito. Es terrible la suma sensibilidad (en realidad ñoñería y falta de talento) por la que se sienten aludidos los fachizoides cada vez que se les mienta, aunque sea la cerdita Pegui la encargada de poner la voz. (“- ¿Qué me pones las Gafas de Caiga Quien Caiga? Pues te llevo a los Tribunales”).

Lo más triste de todo esto es que la alternativa para contrarrestar la absoluta carencia humorística de un lado, brilla por su infantilismo y poca maestría desde el otro. Hasta un chiste políticamente grosero de cualquier estudiante de la ESO sería capaz de levantar hoy ampollas de emitirse por una cadena politizada.

Las víctimas de toda esta basura son sin duda el humor (del que tanto se habla sin reírse nadie), los buenos guiones y las críticas que antaño todavía se podían admirar por su sutileza y eficacia. Sin duda, ya no queda público para entenderlas y, por lo tanto, tampoco víctimas que puedan sentirse atacadas desde “el buen verbo”.

Si es esta inutilidad de los medios audiovisuales, si es esta anulación radical del sentido crítico del que mira, la que pretendían conseguir tanto unos como otros al dar a la televisión, y sus mierdas, el poder que hoy tiene, lo han conseguido.

Me temo que, a los que todavía nos suena el intelecto de hambre (¿los de la 3ª España?), nos seguirá tocando acudir a los clásicos para echarnos unas buenas risas. Y luego a tomar unas copas para cargarnos en sus putas madres, y si se tercia, ¿cómo no?, también cagarnos en los de las dos Españas y en sus marionetas, ciudadanos de segunda división.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Leones por leones




Entre las noticias de acoso escolar en colegios americanos, vídeos de peleas en youtube, y balazos a tiros en Missouri, La Sexta Noticias, ese programa que cuando no hay nada malo que contar del PP tira de zapping, ha informado sobre un reality de la MTV en el que la violencia machista brilla por su fuerza.

En 'Jersey Shore', un programa en el que ocho jóvenes italo-americanos disfrutan de un verano en Nueva Jersey, ha habido puñetazos, patadas y detenciones policiales. Todo grabado y consumido por una audiencia que va en aumento. ¿Llegará a España?

En realidad ya ha llegado. La Indihira esa de GH, o como se llame, tirando un vaso a su compañera, clave para repuntar la audiencia del reality en su mitad de emisión, es una de las alarmas que nos hacen ver que no somos tan distintos a los americanos.

Esa tele, la yanqui, peor que la nuestra, en la que programas como el de Leticia Sabater o Laura Bozzo amenizan los cortes entre Teletienda y Teletienda. Recuerdo el final de Leones por Corderos, de Robert Reford, donde la televisión cobra el sentido educador del que les hablo (no se lo cuento por si desean verla).

En otro orden de cosas, acierta vertele.com anunciando el fichaje de Pepa y Avelino en las nuevas Escenas de Matrimonio. Así lo anoté yo hace unas semanas en el programa de radio Sospechosos Habituales. Y aunque tanto Marisa Porcel como el señor Ruiz ya han hecho las paces con Moreno, la leonina serie no verá a la pareja joven entre sus "nuevas" tramas. Seguiremos electroapuntando...

jueves, 3 de diciembre de 2009

El Goya de guardia




El Goya de Honor 2009 es para Antonio Mercero. La Academia que preside Alex de la Iglesia se lo concede por "su inmejorable carrera cinematográfica, repleta de éxitos y de experimentos interesantes en campos tan amplios como el cortometraje, el mediometraje y el largometraje".

Ya se sabe cómo son las academias. Pomposas. Lo de “inmejorable” se lo podrían haber ahorrado. Mercero es un buen artesano pero que ha caído en lo cursi, lo lacrimógeno, lo horterada y hasta en el mal gusto. Su cine está muy viejo. Y su tele también.

A Mercero le viene que ni pintado un premio honorífico de la Academia de la Televisión, pero en cine es una autor menor. Es un animal televisivo apegado a los gustos del público masivo. Lo demuestran “Crónicas de un pueblo", “Verano azul”, "Turno de oficio" o "Farmacia de guardia". En los últimos años ha trabajado para series infames como “Al salir de clase” o anodinas como “Manolito gafotas”.

Firmó sus primer guión en 1962. Fue el de “Trotín Troteras”, cortometraje que también dirigió. En el 72 llegó el Emmy gracias a “La Cabina”, con un inmenso José Luis López Vázquez. En 1977 rodó “La Gioconda está triste”, con guión de José Luis Garci. Con él repetiría adaptando a Delibes en la muy mediocre “El tesoro”. Arrasó con el cine infantil (“La guerra de papá”, “Tobi” y “Buenas noches señor monstruo”) y dirigió dos películas menores con la guerra civil como fondo: “Espérame en el cielo” y “La hora de los valientes”.

La lacrimógena “Planta 4ª” fue otro de sus exitazos (prepara como guionista “Planta 5ª”). Culmina su carrera con la sensiblera y vulgar “¿Y tú quién eres?”, de la que se salvan sus dos inmensos protagonistas: López Vázquez y Manuel Alexandre.

La entrega de este premio forma parte de una tendencia internacional en las academias de cine: no les quedan grandes directores a los que dar premios honoríficos y se conformar con autores no tan grandes, con artesanos eficaces y que han logrado el respaldo popular. Sea como fuere, mi respeto y felicitación al señor Mercero, que me ha dado algo muy raro hoy: muchas horas de digna ficción televisiva.

martes, 1 de diciembre de 2009

La historia de su vida




¿Se puede enamorar uno de un libro? ¿O de su autor? El sábado pasé una de las mejores noches de mi vida, y no por salir de macro fiesta o por celebrar nada especial, sino que la satisfacción me la dio un libro: Vientos de Libertad: Experiencia compartida de lucha contra la cárcel y el SIDA, de Julián Ríos Martín. Comencé a leerlo a eso de las 2 de la madrugada, para iniciar el sueño, y no pude dejarlo hasta agotarlo a las 9 de la mañana del domingo.

Este lunes, los chicos del Coro se prepararon para su penúltimo concierto (la próxima semana darán el final). La grandeza del programa, que tan dignamente defiende TVE en un horario cargado de asesinatos y de dosis de humor en la competencia, reside en las historias humanas que cuentan a la cámara los presos. Los internos pueden vomitar, por fin, sus miserias (drogas, malos tratos infantiles…), aquellas causas que les obligaron a hacer lo que hicieron y por las que hasta la fecha nadie (ni jueces, fiscales, ni funcionarios) les preguntó.

Esos dramas marginales por los que muchas veces tuvieron que actuar como lo hicieron, sin tener escapatoria, y que a los espectadores con sentido común (sensibles) nos hacen comprender que, como personas que somos, en su situación, y sin las posibilidades con las que supuestamente partimos en igualdad todos los españoles, hubiéramos caído irremediablemente en lo mismo hasta llegar al penal.

Lo cuenta también Julián Ríos en su maravilloso y personal libro: “Iban a juzgar a Fernando, personas que no sabían nada de la historia de su vida. Sólo iban a tener en cuenta sus actos. Ellos, que posiblemente habían tenido todos los medios que hacen falta para llegar a ocupar los cargos que ocupaban, eran tan ajenos a la vida de Fernando que yo tenía serias dudas sobre la verdadera equidad de aquel acto. Pero así es la justicia penal: una máquina imparable que desconoce a las personas e ignora los problemas.

Les dejo el vídeo en el que me acerqué al director del penal de La Moraleda (Palencia), que ha albergado esta tercera edición del Coro, para preguntarle sobre la vida en prisión y sobre el papel de los medios de comunicación con esta institución:



Vientos de Libertad: “Allí (en la prisión), las personas dejan de existir. Todas quedan etiquetadas y estigmatizadas por el papel que desempeñan en este drama: el acusado, el policía, el juez, el abogado, el fiscal, el demandante, los testigos, los familiares, los funcionarios. Todos y cada uno, aun siendo personas, quedan reducidos a meros personajes y se comportan como tales; la persona pasa a un segundo plano.”