lunes, 27 de octubre de 2008

Esta crisis era una ruina


La que se avecina para el 2009 va a ser guapa. Antes de que caigan unos y otros, los parados suban hasta igualarse a los empleados, y la mejor comodidad para todo bicho viviente sea vivir de gratis en prisión, algunos profesionales de la tele ya están empezando a ver cómo su chiringuito hace aguas.

Telecorazón, ese engendro 24 horas dedicado a cuchichear sin freno sobre la vida de famosos, neo-famosos y antiguas reliquias, echa el cierre tras cinco años en antena. El pobre Carlos Ferrando, la lengua viperina del periodismo más rancio, se va al paro y con él un conjunto de profesionales (cámaras, redactores, reporteros, colaboradores) que seguramente agradecerán este kit kat alejados de la casa de la Pantoja y del coche de Belén Esteban.

Cuando el Tomate terminó, sus trabajadores respiraron. Hasta el mismísimo Jorge Javier Vázquez daba las gracias por dejar de ser "la mariquita más maliciosa" de la tele.

La primero que hace la crisis es detectar lo gratuito e innecesario y con ello cae lo superfluo, chabacano y vulgar. La falta de liquidez provoca que agudizar el ingenio sea el único antídoto para reflotar un programa, una cadena o todo un sistema. Ojalá así suceda.

Telecorazón no ha sido la única víctima en esta primera fase de cierres audiovisuales. La plataforma Ono planea un ERE que afectaría a 1.300 empleados y hasta la cadena número uno, Telecinco, ha tenido que paralizar uno de sus realitys más rentables, Supervivientes, aplazándolo a la primavera y cambiándolo de ubicación. ¿Acabarán en Cuba sus concursantes?

Esta crisis ya no es una ruina. La profesión periodística está empezando, y lo hará más, a dar cabida entre sus plumas a economistas especializados, escritores y filósofos varios. Cuando ya no hay remedio para enmendar un problema, hay que cubrir y alimentar otras necesidades. No hay dinero, pero aún hay un ser humano que es capaz de pensar, sentir y reflexionar sobre su existencia. Quizá sea un buen momento para levantar otros valores que antes, cuando las vacaciones eran la única preocupación de todo trabajador, andaban por los suelos.

jueves, 23 de octubre de 2008

Podría ser tu madre




Hoy he abierto mi correo y me he encontrado con el mensaje de una señora que dice ser: elysa_relajate.

"Me llamo Elysa y llevo muchos años preparándome para cumplir mi sueño, convertirme en una gran cantante. Con mi canción 'Relájate' quiero conseguir que haya menos depresiones y estrés, es una canción de autoayuda para sobrevivir a la posmodernidad. Gracias a Internet (youtube) y programas como Factor X, donde aparecí ayer, he logrado que 'Relájate' se convierta en un auténtico himno. Me gustaría que pusierais mi vídeoclip en tu web, ya que lo he hecho con mucho cariño para todos vosotros..."


Y me envía el enlace a su vídeo, pidiéndome que le de repercusión:

http://www.cuatro.com/microsites/factorx/sube-videos.html?id=FX08_3830

Pues, ya la tienes, querida Elysa. Pero también te voy a dar mi opinión sobre ti y sobre este tipo de programas como Factor X, que te mantienen tan obsesionada.

Lo primero que me viene a la cabeza para responderte es el título del programa sobre pederastas que emitió hace una semana Antena 3: "Podría ser tu hijo", y en tu caso lo extrapolo a "Podría ser tu madre". Así que he decidido responderte bajo estos parámetros.

Préstame atención, Elysa:

El lunes entré en el programa Sospechosos Habituales, de Burjasooft radio para hablar, entre otros temas, de los programas de frikies. Creo que antes se hacían "espacios frikies" donde el protagonista y el respetable (el público) se medían con las mismas armas. Los inventó el maestro Chicho Ibáñez Serrador cuando desde su Semáforo permitía que los que estuvieran dispuestos a hacer el ridículo se enfrentaran a la opinión del público y su cacharrería:



Me viene a la memoria otro programa del mismo palo, pero más sofisticado y con menos encanto. Telecinco estrenó hace diez años Cita con Apeles, donde distintos frikies tenían que engatusar al público en plató antes de que éstos les decapitasen votando con un mando a distancia.

Entonces, el público aún contaba. La historia era más teatral: había comunicación en plató. Hoy, no. La tele que se hace ahora es unidireccional. Lo único que puede hacer el espectador es mandar SMS que después, si pasan el filtro, acaban parpadeando unos segundos en pantalla. El circo romano se ha quedado cojo y, ahora, las fieras se someten a un "experto jurado".



Querida Elysa, si te queda algo de sentido común, olvídate del programa Factor X y de todos los redactores televisivos que, tras ver tu vídeo, te llamen para que acudas a sus espacios. Se reirán de ti y harán, gracias a tu "talento" y al de miles de personas como tú, numerosos especiales de castings donde, corriendo la mejor de las suertes, acabarás llorando y enfadándote con el jurado que te pongan en frente.

Eres carne de cañón de este tipo de programas en los que juegan con gente cuyo único pecado no es no saber cantar sino creer que la opinión de los que les están juzgando vale la pena.

Ni su opinión cuenta, ni ellos lo valen, querida Elysa. Micky Puig, por ejemplo, cantaba canciones que solo contenían la palabra Maradona.

Relájate, de verdad, y enseña tu obra de arte a tus amigas. Ríete con ellas, apúntate a clases de teatro, salta y grita. Y si, después de hacerlo, te sigues viendo muy obsesionada con al idea de la fama, visita a un psicoanalista. Pero no pises un plató de televisión porque tratarán de engañarte para que hagas el ridículo delante de millones de espectadores que esperan a gente como tú para creer que sus vidas merecen la pena.

Ah! Y tampoco se te ocurra llamar a los concursos de llamadas que actualmente ofrecen todas las cadenas privadas en su parrilla de madrugada. La explicación sencilla es que son un timo. Avisa a todas las personas que quieres para que conozcan ésto y ¡Suerte!

martes, 21 de octubre de 2008

El nuevo dominio del cine



El cine ha muerto. Muchos directores de películas ya no pierden ni tiempo ni talento en rodar para la gran pantalla. Conscientes del camino que han tomado las nuevas tecnologías y de la odisea que conlleva estrenar una película en las salas españolas, los directores más talentosos han decidido emigrar a la tele y a la Red.

"La revolución llegará cuando un don nadie grabe con su cámara y sin gastarse un duro de más un largometraje tan asombroso y acojonante que lo ponga todo patas arriba. Esa es la única maldita manera. Y hace años que podría haber sucedido".

Así de explícito se mostraba el director de cine Nacho Vigalondo (Los Cronocrímenes) el 18 de junio de 2006 en su blog.No olvidemos que Vigalondo entró por la puerta grande de Internet al dirigir varios cortos premiados en el Notodofilmfest.com, donde nuevos creadores exhiben su talento cinematográfico en formato digital.

No son ni Garci ni Almodovar, que aún estrenan películas con subvención de antemano, sino directores con un CV cinematográfico destacado que no ven en las salas la forma más rentable para exhibir sus creaciones.

El director de la película Muertos Comunes (2006), Norberto Ramos, ha sido uno de los primeros en lanzarse a la "serial-web", una serie de ficción exclusiva para internet. Bajo el título de Hienas, la serie se presenta como una alternativa independiente en el aburrido panorama audiovisual español.

"En Hienas no hay shares, ni agobios por si el proyecto funciona o deja de funcionar, porque se hace sabiendo que la red es el gran expositor donde cualquier creación artística acaba encontrando sus defensores", aclara Norberto.

En el reparto de Hienas aparecen nombres tan conocidos como Manuela Velasco (REC), Javier Albalá (Muertos Comunes), Ismael Martínez (RIS), Manuel Morón (El Bola), Pedro Casablanc o Emilio Buale.

Otro que también se ha dejado seducir por la tecnología virtual es Mariano Barroso. El director de Mi hermano del alma y Los lobos de Washington firmará la primera película que se hace, no sólo en España, sino en Europa, exclusivamente para la red. El fin del mundo es un viaje al pasado con altas dosis de intriga para el que todavía no ha cerrado el reparto, que será una combinación de actores muy conocidos y desconocidos.

La tele los enreda

Este domingo, La Sexta estrenó la serial-web ¡Qué vida más triste! Esta particular serie se creó, en un principio, para su emisión exclusiva en internet, pero debido al gran éxito cosechado, ha saltado a la televisión nacional y con un aceptable dato de audiencia.

En su estreno, ¡Qué vida más triste! consiguió mejorar los datos de Salvados, programa presentado por El follonero que se emitió a continuación. Más de un millón de espectadores estuvieron pendientes de este primer capítulo que en su estreno en Red tan sólo había conseguido un centenar de pinchazos.

Un verdadero acierto. Se trata de una serie divertida, original y de situaciones chirriantes y fáciles de ver. Supone el contrapunto a los grandes giros dramáticos o de folletín a los que la tele nos tiene acostumbrados. Pero no todas las creaciones de Internet llegan a triunfar por televisión.

El pasado año, la televisión americana NBC decidió traer a la pequeña pantalla Quarterlife, también una serial web que contaba las aventuras de un blogger y su grupo de amigos. Se convirtió en uno de los peores estrenos que han pasado por la cadena y fue cancelada tras la emisión del primer episodio.

Otros directores cansados del periplo del cine, como el cineasta Álex de la Iglesia, reciben directamente ofertas televisivas sin necesidad de pasar su producto por un dominio que contabilice el número de visitas. Así, Plutón BrbNero, la serie de culto de La 2, se emite actualmente los miércoles con unos resultados algo discretos, llegando a congregar a poco más de medio millón de espectadores (4.3% y 635.000 seguidores en su último pase).

Ya ven que el apocalipsis del cine ha llegado. Precisamente, el director de la cinta Apocalipsis Now contaba estos cambios que hoy vivimos. Para él "la gran esperanza es que, con una cámara familiar, alguien que antes no podría hacer películas las haga. Y que un día una niña gorda de Ohio se convierta en la nueva Mozart. Y entonces el profesionalismo del cine será destruido para siempre y se convertirá en una forma de arte". ¿Les suena?